Soy una mamá de 36 años, de tres maravillosos niños: Lidia de 15 años, Pablo de 14 y Rebeca de 7; que tiene la suerte de poder criar y educar a sus hijos en casa , exactamente para lo que fue diseñada la família: para disfrutar e inculcar en nuestros hijos una enseñanza y unos valores que son eternos.
Ayer fue el cumpleaños de mi madre, y Lidia estuvo haciéndole una tarjeta de cumpleaños. Habíamos visto la nochebuena algunas tarjetas de “quilling” (cartulina enrollada) y como nos gustó mucho nos pusimos a intentarlo. No quedó mal:
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